viernes, agosto 25, 2006

Voluntad de Victoria




Se acabó.

Se acabó el rendirme, el fracasar, el ser segundo plato, el tener miedo, el pensar que las cosas no pueden salir bien.

SE PUEDE.

Hace años mi padre me dio el mejor consejo que me han dado jamás, mas que un consejo era una reflexión en realidad: “El 90% de las cosas que te dan miedo en la vida, cuando de verdad les haces frente, se derrumban”.

Pues adelante entonces, sin miedo, a por ellos y al cuello… ahora, por primera vez en años, tengo voluntad de victoria, se que voy a triunfar porque no dudo, cuando sabes quien eres y donde estas nada se te negará.

No hay imposibles, hay cosas que todavía no he hecho.



 

martes, agosto 15, 2006

Odio a Isaac Asimov


Si, lo ha leído usted bien amigo lector, odio a Isaac Asimov.

¿Porqué?... sencillo, le odio por el mismo motivo por el que odio a Quevedo, a Terry Pratchett, a Rocco Siffredi, a Fernando Alonso o a cierto tipo con “ojos grises”.

Les odio porque les envidio.

Son gente que, por azares de la fortuna o por duro trabajo (Normalmente la segunda opción) han llegado a tener algo que quiero desesperadamente… bueno Rocco quizá no, tampoco le envidio tanto…

Lo que me jode de esta gente es que, comparado con ellos, soy un Don Nadie (Con mayúsculas, eso si) que trata de ponerse a su altura… con efectos desastrosos sobre mi amor propio.

Evidentemente se que no debo compararme con ellos, se que eso solo produce frustración, rechinar de dientes y facturas del dentista… Pero es que siempre he pensado que cuando uno quiere hacer algo tiene que intentar llegar tan alto como pueda, lo decía un profesor al que recuerdo con cariño “Apuntad siempre más alto de lo que podáis llegar, porque siempre llegaréis más alto de lo que pensabais”.

Así que llego a un nivel de equilibrio gilipollas, donde trato de emular a los mejores mientras “hago mi partido”, lo que no es fácil en absoluto.

Tomemos por ejemplo el escribir, que es lo que estoy haciendo. Últimamente me fijo mucho en mi estilo en la composición, y me doy cuenta de una cosa terrible, abuso brutalmente del punto y aparte, prácticamente no puedo construir una frase sin terminarla en un punto y aparte, es casi patológico. Mas de una vez me veo inmerso en un debate conmigo mismo diciendo “oye, ese párrafo queda corto” y respondiendo “pero es que un punto y seguido es meter las cosas con calzador”.

Odio a los escritores capaces de construir párrafos de mas de doce líneas, les odio porque a ellos les queda tan natural que parece que se dejen algo en el tintero… ¡y a mi me cuesta un imperio el construirlos de mas de tres!.

Con respecto a los otros “odiados” que comentaba al principio es casi extrapolable lo que siento por ellos, se lo que han sudado para llegar donde están, pero el vago que hay en mi (Que es un tio gordo que grita a pleno pulmón) no para de querer identificar las claves de su éxito, las “katas” por así decirlo, ¿Qué les hace tan buenos?, ¿Qué les da ese punto extra?... lamentablemente ese “algo” es el esfuerzo.

Y eso es bueno por una razón, el esfuerzo es algo al alcance de todos, las cosas que valen la pena requieren un esfuerzo considerable porque si no todo el mundo las tendría y dejarían de valer la pena.

Así que ya sabéis, esforzaros en todo lo que hagáis, tratad de llegar siempre un poco mas allá “Altius, Citius, Fortior” para todos familia… el esfuerzo tiene recompensa siempre.